El diseño de cualquier reforma de las pensiones es parte esencial de la agenda política de casi todas las economías desarrolladas, así como de muchos países en vías de desarrollo. Casi todos los países de la OCDE ya han puesto en marcha cambios en sus programas de pensiones desde 1990. Las reformas llevadas a cabo en la mayor parte de estos países se han dirigido fundamentalmente al desarrollo del llamado segundo pilar.
En España las reformas emprendidas en los últimos años han ido destinadas a abordar los problemas que presenta el primer pilar, en especial, a reducir la generosidad del mismo, quedando al margen el desarrollo del segundo y tercer pilar, con una baja implantación en nuestro país.
Con el presente trabajo, por tanto, se pretende ahondar en el debate sobre el necesario desarrollo de la previsión social complementaria en nuestro país, más concretamente, el segundo pilar, un pilar financiado por ahorro colectivo a través de la empresa que supone quizás la mejor solución a los problemas de envejecimiento de las sociedades avanzadas, aunque tiene el inconveniente de ser un sistema más susceptible a procesos inflacionarios y crisis financieras que conduzcan a bajos rendimientos reales de los activos financieros.