¿Valoramos a las personas mayores como se merecen? Reflexiones en torno a la Covid-19

07-09-2020 - Buen trato, Salud

¿Hemos pensado alguna vez en cómo determinamos el valor de las cosas? ¿Puede ser por el material de las que están hechas? Un anillo de oro no tiene el mismo valor que uno de papel. ¿Quizás por su diseño? ¿Por su antigüedad? Podríamos seguir introduciendo variables de manera realmente sencilla, ¿verdad?

Hagamos este ejercicio aplicándolo a personas. ¿Hemos pensado alguna vez cómo determinamos el valor de otras personas? ¿Qué criterios utilizaríamos? Quizás su nivel educativo y de formación, o su nivel económico, su aspecto físico, el color de su piel o el sexo biológico al nacer; a lo mejor es su edad.

Seguro que nos sentimos incómodos intentando establecer diferencias entre personas con este ejercicio o, directamente, estamos convencidos de lo absurdo del mismo. Ahora bien, que pensemos que es absurdo y que, incluso, seamos firmes defensores de que todas las personas, por el simple hecho de serlo, tienen una dignidad inherente que otorga su valor y que todas son igualmente valiosas no significa que tratemos a todas las personas de igual forma o que, como sociedad, no primemos más a unas que a otras.

¿Cómo se ha tratado a las personas mayores durante la gestión de la crisis generada por la aparición del SARS-CoV-2? ¿Se les ha tratado de acuerdo con su valor?

La Mesa Estatal por los Derechos de las Personas Mayores señalaba que se han vulnerado estos derechos al ponerse en marcha actuaciones discriminatorias en el trato y atención por razón de edad. Además, se han tomado medidas uniformes para todas las personas sin tener en cuenta la globalidad y complejidad de sus necesidades ni la interrelación entre sus diferentes esferas. Esta falta de individualización es una forma de negar el valor diferencial de cada persona.

Por otro lado, el lenguaje tampoco es inocuo. ¿Cuántas veces hemos utilizado la expresión “nuestros mayores” o “abuelos”? Es curioso que únicamente utilicemos una expresión tan infantilizadora, paternalista y edadista como “nuestros” para los niños y para los mayores. diferenciándolos así del resto de los individuos. ¿Quizás porque los consideramos menos válidos y hay que protegerlos?

Lo que realmente debería guiarnos es una mayor conciencia social sobre el valor de todos los individuos y reconocer a todas las generaciones como indispensables para el mantenimiento de estado del bienestar que hemos construido colectivamente. Las personas mayores, con sus pensiones, han sustentado y sustentan a las familias en los peores momentos de crisis económica, con su tiempo permiten que los adultos más jóvenes concilien su vida laboral con la profesional, con sus reivindicaciones luchan por que los más jóvenes disfruten de los mismos derechos que ellos ya tienen adquiridos, etc. Por todo ello y más, es imprescindible que adquiramos consciencia de que nuestras comodidades y privilegios se las debemos a las personas que, antes que nosotros, han cimentado la base de nuestra sociedad.

Si somos capaces de adquirir esta consciencia social, reconoceremos el valor que las generaciones más mayores tienen en nuestra sociedad, y entenderemos que no podemos establecer ninguna medida que les excluya o vulnere sus derechos y, por lo tanto, cuidaremos con mayor respeto y calidad humana a las personas en situación de mayor vulnerabilidad. En un momento de absoluta excepcionalidad como el que nos ha tocado vivir, la forma en la que hemos tratado, protegido y cuidado a las personas en situación de mayor vulnerabilidad puede indicarnos el valor que les otorgamos.

 Raúl Vaca Bermejo, psicogerontólogo, coordinador técnico de Fundación Edad&Vida.

Publicado el 4 de septiembre de 2020, en Adherencia & Cronicidad & Pacientes.

Comentarios:

  1. Fernando dice:

    Raúl Vaca, no puedo estar más de acuerdo con usted.
    Es cierto que desde la reciente teorética gerontológica vinculada a la Covid-19 se están poniendo de manifiesto las irregularidades del sistema cuidados a mayores dependientes en España, impulsadas por el escándalo mediático.
    Con todo ello, y desde la perspectiva que dan las consultas médicas, despachos y centros de reuniones de gente cada vez mejor formada, se están diseñando medidas en beneficio de la dignidad los usuarios de servicios de cuidados.
    Ahora bien, el día que estas personas cada vez más formadas trabajen en turnos de 8 o 10 o 12 horas como cuidadores, atendiendo directamente personas mayores con demencia en cualquiera de las residencias del Estado español, cobrando 5 € y pico limpios por ahora, en precariedad laboral completa, y comprueben que la realidad antes y durante el Covid 19 está a años luz de la consideración de los usuarios desde la dignidad.
    Como quiera, hablamos señor Vaca.
    Un abrazo sin máscaras.
    [email protected]

  2. Tomás Bueno dice:

    Un artículo genial sobre la importancia que tienen los mayores en nuestras vidas y las que le damos. Me ha resultado muy útil. Un saludo

  3. Ahora más que nunca hay que estar con las personas mayores y ver cómo mejorar su vida. Sobre todo, ayudar a aquellos que viven en sus propios domicilios ante toda esta catástrofe que es la pandemia.
    Este artículo puede que sirva de ayuda también a esta reflexión:
    https://www.fundacionfass.org/general/asistencia-en-domicilio-para-mayores-ante-los-contagios-en-residencias/

  4. LDfacility dice:

    Buen artículo y buena reflexión

  5. María José dice:

    Sin duda Raúl esto nos hace reflexionar a todos. Aun a día de hoy tengo a mi madre con 87 años sin vacunar porque no son capaces de fijar una fecha para venir a domicilio a hacerlo. Algo dice que el sistema está obsoleto en todos los sentidos y seguimos sin ser capaces de verlos como parte integradora de nuestra sociedad.

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