La presbiacusia o pérdida de audición asociada a la edad tiene una mayor incidencia a partir de los 65 años y si no se trata correctamente puede provocar aislamiento social en las personas mayores, que tienden a limitar progresivamente las situaciones en las que deben interactuar con otras personas.
La pérdida auditiva aparece de forma progresiva y cuando los demás empiezan a darse cuenta y la persona acepta ese déficit, aparece tristeza y aislamiento. De hecho, en los primeros estadios, las personas tienden a negar el problema y a culpar al interlocutor. Creen que es algo normal, asociado a la edad, y eso hace imprescindible el papel de su entorno para alertar sobre el problema. Pero si la pérdida auditiva no se trata, la situación va empeorando y la persona con el paso de los años deja de oír más cantidad de sonidos en determinadas frecuencias, por lo que va aumentando la dificultad de comprensión y poco a poco van quedando fuera de las conversaciones, por lo que tienden a aislarse. Además, los problemas de audición pueden derivar en problemas cognitivos, ya que la falta de estimulación genera un deterioro prematuro y acelera el proceso de envejecimiento.
Así, detectar a tiempo la aparición de problemas auditivos es clave para evitar el aislamiento y volver a relacionarse socialmente.
Para ello, es importante estar atentos a las señales de alarma frente a la pérdida de audición:
Una vez detectado el problema es importante dar el primer paso para solucionarlo:
me cuesta trabajo el
poder escuchar a los demas
por ese motivo no encuentro
trabajo.
¿No encuentras trabajo porque tienes dificultades de audición? Eso puede contar como una discapacidad y depende del grado deberías tener preferencia para ciertos puestos. Las empresas están obligadas por ley reservar plaza para personas con algún tipo diversidad funcional.