En esta sesión se analizaron los retos del cuidado de las personas mayores desde su propia perspectiva, las acciones clave para mejorar el proceso de cuidado de las personas mayores en los entornos de cuidados de larga duración y los procesos de evaluación y mejora de la calidad del cuidado residencial de las personas mayores.
En primer lugar, María Dolores Navarro Rubio, médica especialista en medicina preventiva y salud pública, doctora en Medicina y Cirugía por la Universitat Autònoma de Barcelona y directora del Departamento de experiencia de paciente del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, centró su intervención en los retos que supone la atención desde la perspectiva de la persona mayor. Se parte de la base de que el reto que presenta la cronicidad hoy en día en el modelo de atención centrada en el paciente se produce a tres niveles: El del propio paciente y su familia, el de los profesionales sanitarios y el de las instituciones sanitarias. En este sentido, describió el cambio producido en el rol del paciente, qué se entiende por participación del paciente en la toma de decisiones y el papel de las personas mayores en la mejora de la calidad de la atención. Sin una planificación estratégica que englobe los tres niveles de actuación (pacientes, profesionales e instituciones), difícilmente se conseguirá alcanzar el objetivo de la atención centrada en el paciente. Por otro lado, se introdujo en el debate la necesidad de formar a pacientes y profesionales y diseñar políticas y estrategias que busquen la responsabilidad del paciente en su propio cuidado, así como su participación en la toma de decisiones o en la representación de otros pacientes.
De hecho, una las conclusiones fue precisamente este último aspecto. La involucración del paciente crónico en la toma de decisiones es clave para avanzar en la humanización de la asistencia sanitaria y conseguir así una relación de confianza con los profesionales. El prototipo de paciente pasivo y dependiente asociado al modelo de relación paternalista entre profesionales y enfermos se ha visto reemplazado por un modelo de paciente más activo que busca un tipo de relación con los profesionales basado en la deliberación y la participación. Así, los pacientes crónicos y las personas mayores se están incorporando cada vez más en la toma de decisiones sanitarias y por eso es fundamental que las instituciones pongan al paciente en el centro del sistema sanitario para poder contar con una confianza en la relación profesional-paciente.
Por su parte, Henk Nies, miembro del comité ejecutivo de Vilans en Utrecht y profesor de organización y políticas de atención y cuidados a largo plazo en la Vrije University de Amsterdam, trató los avances en la calidad de la atención a las personas mayores en los Países Bajos para explicar su visión sobre el modelo de atención óptimo. En concreto, compartió el funcionamiento del programa ‘Dignity & Pride on Site’ (Dignidad y Orgullo en el emplazamiento, esto es, en las residencias, en su traducción al español), al que se han adherido 300 residencias de los Países Bajos. Este programa, promovido por el Ministerio de Salud y Bienestar, permite a las residencias someterse a una evaluación continua para conocer la calidad en la atención que ofrecen, tanto desde el punto de vista de los usuarios como de los profesionales, recibir apoyo y someterse a sucesivas evaluaciones.
Partiendo de este modelo, la persona debe estar en el centro y recordó la importancia de poner también la atención en las necesidades de los profesionales. De la misma manera, reconoció que hay que intentar alcanzar un equilibrio entre todos los agentes implicados.
Finalmente, Claire Drummond, inspectora de salud en Escocia, explicó que el ‘Care Inspectorate’, organismo regulador de la asistencia social y el trabajo social en Escocia, ha desarrollado e implementado, desde 2017, una nueva metodología y un nuevo marco de inspección en centros residenciales para personas mayores. Esta acción se enmarca dentro de los nuevos estándares de salud y asistencia social desarrollados por el gobierno escocés en colaboración con el ‘Care Inspectorate’ y otras organizaciones.
Según explicó, este nuevo modelo se elaboró tras la consulta al propio sector de la atención social, a los usuarios de estos servicios, a sus familiares y sus cuidadores. Se basa en el modelo europeo “European Framework for Quality Management” y está diseñado para facilitar la autoevaluación por parte de los proveedores de estos cuidados.
En el debate final, coincidieron en la necesidad de contar con una planifica30ción estratégica que englobe a pacientes, profesionales e instituciones para alcanzar el objetivo de la atención centrada en el paciente.
Por otro lado, el taller 2 “Acreditación de servicios: retos de futuro en los servicios residenciales para personas mayores” estaba relacionado con esta sesión participando en él, además de Henk y Claire, María del Mar Fernández, directora del área responsable de programas de acreditación de la Fundación para la Acreditación y Desarrollo Asistencial.
En conjunto, se puede concluir lo siguiente:
Les recordamos que tienen disponible en la web del Congreso todas las ponencias, pósters, documento de conclusiones e imágenes del evento.
La atención centrada en la persona es una metodología imprescindible para salvaguardar la dignidad en la vejez; una forma de trabajo que garantiza la calidad de vida de los mayores en toda circunstancia.