Nuestro hogar, que comprende nuestra casa, pero también nuestro entorno social y nuestro barrio o pueblo, es de vital importancia para las personas mayores. Permancer en él es de vital importancia para ellas.  Pero las enfermedades crónicas y la reducción de las capacidades físicas y mentales asociadas a la edad suponen un riesgo.

La última jornada del ‘I Foro de Envejecimiento’ de la Fundación Edad&Vida se ha centrado en el autocuidado, y en la importancia de la atención domiciliaria y ambulatoria para las personas mayores, cuando están en situación de vulnerabilidad. Aspectos básicos para responder a los retos de la mayor longevidad con una óptima calidad de vida.

“La crisis del coronavirus ha denotado aún más la situación de vulnerabilidad de muchas personas mayores a medida que avanzan en edad, enfermedades y mayor dependencia” aseguró Susana Rodríguez Gómez, directora de proyectos de Atención Primaria de la Dirección General de Cuidados de Andalucía. “Desde los servicios sanitarios debemos focalizarnos en la atención domiciliaria y en un enfoque asistencial que sea más proactivo para adelantarnos a situaciones de riesgos o de mayor deterioro prematuro. El desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación, y una mejor coordinación social y sanitaria van a jugar un papel altamente relevante para la atención de estas personas”, explicó.

Por su parte, María José Molina Gil, vicepresidenta de la Asociación Andaluza de Enfermería Comunitaria, añadió: “La atención domiciliaria es la cercanía, el agradecimiento y la afectividad del paciente, sus familiares, y sus cuidadores. Deben impulsarse planes de acción personalizados, porque el nivel de conocimiento del paciente es clave para ofrecer unos cuidados óptimos dentro del domicilio”.

“Nadie está preparado para ser cuidador”

“La cronicidad y la dependencia son los dos grandes retos que tiene el entorno socio sanitario de nuestro país a corto y medio plazo” seguró Pablo Perlado, de Hartmann. “En el caso de la dependencia hay una figura clave que lo sustenta todo: el cuidador, que casi siempre es un familiar directo. Y nadie está preparado para ser cuidador. ¿Quién se ocupa de ellos y ellas?” se preguntó.

Con el objetivo de analizar los retos y oportunidades de la longevidad de la población española en los ámbitos relacionados con la salud y el cuidado de las personas, y tras las intervenciones de las representantes de la atención primaria y la asociación de enfermería comunitaria andaluzas, tuvo lugar un debate, moderado por Gonzalo Casino, director de operaciones de Salud de DKV, entre Pablo Perlado, de Hartmann; Arianna Núñez, de Tunstall Televida y Helena Oller, de OrtoRent. Los tres ponentes presentaros diferentes productos y servicios dirigidos tanto a pacientes como a cuidadores.

“En Hartmann hace 5 años que pusimos en marcha una iniciativa, “El Rincón del Cuidador”, una plataforma digital que hoy en día apoya a más de 400.000 personas cuidadoras y que es una herramienta útil y práctica en la atención y seguimiento de los cuidadores y su calidad de vida” apuntó Pablo Perlado.

Otra herramienta de apoyo a los cuidadores es el Programa de Teleasistencia de Apoyo a las Personas Cuidadoras (PTAC), desarrollado por Tunstall Televida. Como explicó Arianna Núñez, “la evolución de la teleasistencia ha sido clara, de un modelo reactivo a un servicio proactivo, personalizado, flexible y predictivo. Con el PTAC apoyamos a las personas cuidadoras, influimos en la calidad del cuidado y en su bienestar, prestándoles apoyo, seguimiento, asesoramiento, herramientas tecnológicas para tratar de disminuir su sobrecarga emocional y mejorar su calidad de vida”.

Finalmente, Helena Oller puso el foco en el servicio Ortorent, “que tiene como objetivo crear una red de colaboradores expertos en la atención social y sanitaria de las personas mayores, para mejorar su calidad de vida, identificando las necesidades reales del paciente en su domicilio gracias a una valoración funcional de la persona. A partir de aquí, proponemos un plan de actuación personalizado para mejorar su seguridad y bienestar”.

Noticia original publicada el 26 de junio de 2021 en 65ymás.com

  • Seguir una alimentación saludable es básica para evitar el aumento de la dependencia, la aceleración de patologías crónicas y, en general, el rápido deterioro de la salud de las personas mayores, tal y como se puso de manifiesto en la tercera jornada del «I Foro de Envejecimiento» organizado por la Fundación Edad&Vida.

Esta jornada estuvo centrada en esta ocasión en dos aspectos básicos para garantizar altos estándares de bienestar y calidad de vida de las personas mayores: la nutrición y alimentación para un envejecimiento sano y saludable, y las necesidades de cuidados de larga duración de personas en situación de dependencia.

La jornada arrancó con la intervención de Edwin Fernández, doctor en nutrición, científico-investigador de la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Universitario La Paz. El Dr. Fernández recalcó que «las personas mayores son un grupo etario con requerimientos nutricionales específicos y padecen enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes o la artrosis, entre otras. Enfermedades que provocan cambios tanto en sus requerimientos nutricionales como en su calidad de vida».

En este sentido, «la alimentación es clave para hacer frente a estos cambios en el organismo para evitar un rápido deterioro de la salud. Porque la desnutrición derivada de una alimentación inadecuada y de patologías crónicas supone una disminución significativa de la funcionalidad de la persona y un aumento de la dependencia«, subrayó el Dr. Fernández.

Romina Polo expuso las principales características de los productos Healthcare Campofrío, indicando que «son alimentos totalmente naturales, que cubren los requerimientos nutricionales de las personas mayores, y que cuentan con una textura modificada para facilitar la ingesta de las personas con problemas de masticación o disfagia. Queremos poder ofrecer toda la cobertura dietética, desde el desayuno hasta la cena, con unas recetas apetecibles y sabrosas, basadas en la dieta mediterránea, y con unos valores nutricionales seguros y controlados».

Por su lado, Jaume Borràs, de BrudyLab, explicó las ventajas de la micronutrición. señalando que «el proceso de envejecimiento biológico va asociado al estrés oxidativo al que sometemos a nuestro organismo a lo largo de nuestra vida, y que deriva del oxígeno que respiramos desde que nacemos hasta que morimos. La micronutrición nos permite suavizarlo, minimizarlo y hacerlo menos agresivo, favoreciendo y potenciando a su vez los mecanismos reparadores«.

Finalmente intervino Guillermina Moreno, de Fresenius Kabi, destacando que «trabajamos, entre otros, en el campo de la nutrición clínica. Ofrecemos nutrición parental, que se administra por vía intravenosa, y nutrición enteral, que utiliza el tracto gastrointestinal. Aunque siempre intentamos optimizar la nutrición enteral, con soluciones que tienen especialmente en cuenta el sabor de los alimentos, que es una de las grandes demandas de todos nuestros consumidores».

  • Implicaciones éticas y morales de los cuidados de larga duración

En segunda sesión de la tercera jornada del «I Foro de Envejecimiento» organizado por la Fundación Edad&Vida, se abordó el futuro de los cuidados de larga duración y contó con una primera ponencia de la especialista en bioética y ética de los cuidados Victoria Camps, que hizo hincapié en las implicaciones éticas y morales que deben llevar asociadas todos los cuidados de personas en situación de dependencia y/o vulnerabilidad.

«Los cuidados y la asistencia deben cubrir una serie de necesidades integrales: clínicas, sociales, emocionales, espirituales… y adaptarse a las preferencias y deseos de las personas que los reciben. Debemos poner en la agenda pública el valor del cuidado. En cualquier democracia es la obligación de cualquier gobierno democrático detectar necesidades y repartir responsabilidades. Aún queda mucho campo por recorrer en la profesionalización e institucionalización de los cuidados», señaló.

A continuación, en un debate moderado por Fernando Sánchez, director de comunicación y relaciones institucionales de MémoraSalomé Martín, directora de desarrollo técnico de Eulen Sociosanitario, destacó que «debemos reflexionar en profundidad para modificar el modelo de cuidados de larga duración. Debemos evolucionar hacia la integración de la sanidad y los servicios sociales, poner en valor al sector del cuidado y sus profesionales, desarrollar lo servicios domiciliarios, y que los diferentes modelos de centros se adapten a las necesidades y opciones personales distintas de las personas mayores».

Por su parte, Fini Pérez, directora técnico-asistencial de DomusVi, incidió en que «para cuidar a una persona debemos comprender su historia, su relato de vida, y hallar las claves para conocer sus necesidades actuales. Los cuidados integrales en la población en residencias suponen un reto para las organizaciones: cuidar a una persona debe ir siempre ligado a los principios éticos de dignidad, vulnerabilidad, autonomía e integridad».

Rosa Bonachela, directora del área de desarrollo de Macrosad, cerró la jornada poniendo el foco en la visión humanista que debe tener cualquier empresa, y señalando que «en nuestra organización, la transparencia corporativa y la cultura empresarial humanista son dos de los principios y valores que nos rigen como organización. Creemos firmemente que la ética para un envejecimiento digno y positivo debería prevalecer en todas las compañías y organizaciones del sector, garantizando un envejecimiento con óptimos niveles de bienestar y calidad de vida».

Noticia original publicada el 24 de junio de 2021 en Geriatricarea.

La presbiacusia o pérdida de audición asociada a la edad tiene una mayor incidencia a partir de los 65 años y si no se trata correctamente puede provocar aislamiento social en las personas mayores, que tienden a limitar progresivamente las situaciones en las que deben interactuar con otras personas.

La pérdida auditiva aparece de forma progresiva y cuando los demás empiezan a darse cuenta y la persona acepta ese déficit, aparece tristeza y aislamiento. De hecho, en los primeros estadios, las personas tienden a negar el problema y a culpar al interlocutor. Creen que es algo normal, asociado a la edad, y eso hace imprescindible el papel de su entorno para alertar sobre el problema. Pero si la pérdida auditiva no se trata, la situación va empeorando y la persona con el paso de los años deja de oír más cantidad de sonidos en determinadas frecuencias, por lo que va aumentando la dificultad de comprensión y poco a poco van quedando fuera de las conversaciones, por lo que tienden a aislarse. Además, los problemas de audición pueden derivar en problemas cognitivos, ya que la falta de estimulación genera un deterioro prematuro y acelera el proceso de envejecimiento.

Así, detectar a tiempo la aparición de problemas auditivos es clave para evitar el aislamiento y volver a relacionarse socialmente.

Para ello, es importante estar atentos a las señales de alarma frente a la pérdida de audición:

  • Cuando estoy en lugares con mucha gente hablando a la vez, siento un ruido constante que no me permite escuchar nada con claridad.
  • Prefiero evitar los eventos sociales o reuniones familiares porque me cuesta seguir las conversaciones, especialmente si me hablan más bajo.
  • Me cuesta escuchar el sonido del móvil y aunque oigo la conversación no la acabo de entender.
  • Necesito subir el volumen de la televisión para escucharla con claridad.
  • Estoy más triste, irritable y prefiero estar solo/a, sin hablar con los demás.

Una vez detectado el problema es importante dar el primer paso para solucionarlo:

  • Compartir con mi entorno la problemática, lo que estoy sintiendo.
  • Acudir al médico (otorrino) para que pueda realizar un diagnóstico y determinar si tengo pérdida auditiva: ¿qué la ha provocad y cómo podría mejorar?
  • Reservar una cita con un experto en un centro de audición para evaluar el nivel de pérdida y buscar la solución que mejor se adapte a mis necesidades para mejorar mi audición.

Díptico informativo.

Carteles (1, 2).

Nota de prensa.

Es la otra pandemia del mundo moderno, la soledad no deseada. La que atenaza a las personas mayores, cada vez más incomunicadas, en un mundo cada vez más  conectado. Una paradoja abordada en la jornada ‘Tecnología aplicada al envejecimiento’ organizada por la Fundación Edad y Vida en el marco del I foro de Envejecimiento, recientemente celebrada.

“El estar solo a veces se asocia, sobre todo si eres joven, a estar relajado, a estar tranquilo. Pero la soledad no deseada es otra cosa, es sentirse solo, es la sensación de sufrimiento, de inseguridad que padecen las personas mayores” ha dicho Antonio Eroles, business development IoT senior product manager de Cellnex.

En este mundo conectado y tecnológico, sin embargo, “esta soledad no deseada cada vez está apareciendo más. De hecho, durante la pandemia se ha doblado. Y esto se produce en las zonas rurales, pero se produce también en las ciudades”.

“Nos movemos en el sector socio sanitario, pero muchas veces hay que diferenciar los terrenos social y sanitario. En el ámbito sanitario, ayudamos a una persona con movilidad reducida que a la que hay que ayudar con su higiene, o hacer unas curas o hacer rehabilitación” asegura Roberto Valdés, cofundador y consejero delegado de Cuideo. “Pero yo también quiero destacar el aspecto social, y esto lo ha puesto de manifiesto mucho la pandemia. Tenemos usuarios que nos llaman porque tienen soledad, porque sus padres están aislados y necesitan a alguien que les acompañe, que tenga una conversación con ellos, que les prepare una comida saludable”, añade.

“Como profesional del sector socio sanitario creo que la soledad es la enfermedad del siglo XXI”, asegura Roberto Valdés. “Alrededor del concepto de soledad no deseada se van a desarrollar muchos servicios, porque la tecnología y las infraestructuras pueden ayudar muchísimo a resolver” explica Antonio Eroles. “Estoy convencido que es posible resolver este problema vía tecnología y vía soluciones como las que pueden ofrecer empresas, como Cuideo, por ejemplo”.

La pandemia ha puesto de manifiesto y ha sacado a la luz la importancia de la parte social, y hay que cubrirla con un servicio” coincide Roberto Valdés. “Nosotros como compañía también cubrimos la capa social que pensamos que es muy importante. Al final si una persona se queda en su domicilio para mantener su entorno social”, dice.

Es la otra pandemia del mundo moderno, la soledad no deseada. La que atenaza a las personas mayores, cada vez más incomunicadas, en un mundo cada vez más  conectado. Una paradoja abordada en la jornada ‘Tecnología aplicada al envejecimiento’ organizada por la Fundación Edad y Vida en el marco del I foro de Envejecimiento, recientemente celebrada.

“El estar solo a veces se asocia, sobre todo si eres joven, a estar relajado, a estar tranquilo. Pero la soledad no deseada es otra cosa, es sentirse solo, es la sensación de sufrimiento, de inseguridad que padecen las personas mayores” ha dicho Antonio Eroles, business development IoT senior product manager de Cellnex.

En este mundo conectado y tecnológico, sin embargo, “esta soledad no deseada cada vez está apareciendo más. De hecho, durante la pandemia se ha doblado. Y esto se produce en las zonas rurales, pero se produce también en las ciudades”.

“Como profesional del sector socio sanitario creo que la soledad es la enfermedad del siglo XXI”

“Nos movemos en el sector socio sanitario, pero muchas veces hay que diferenciar los terrenos social y sanitario. En el ámbito sanitario, ayudamos a una persona con movilidad reducida que a la que hay que ayudar con su higiene, o hacer unas curas o hacer rehabilitación” asegura Roberto Valdés, cofundador y consejero delegado de Cuideo. “Pero yo también quiero destacar el aspecto social, y esto lo ha puesto de manifiesto mucho la pandemia. Tenemos usuarios que nos llaman porque tienen soledad, porque sus padres están aislados y necesitan a alguien que les acompañe, que tenga una conversación con ellos, que les prepare una comida saludable”, añade.

“Como profesional del sector socio sanitario creo que la soledad es la enfermedad del siglo XXI”, asegura Roberto Valdés. “Alrededor del concepto de soledad no deseada se van a desarrollar muchos servicios, porque la tecnología y las infraestructuras pueden ayudar muchísimo a resolver” explica Antonio Eroles. “Estoy convencido que es posible resolver este problema vía tecnología y vía soluciones como las que pueden ofrecer empresas, como Cuideo, por ejemplo”.

La pandemia ha puesto de manifiesto y ha sacado a la luz la importancia de la parte social, y hay que cubrirla con un servicio” coincide Roberto Valdés. “Nosotros como compañía también cubrimos la capa social que pensamos que es muy importante. Al final si una persona se queda en su domicilio para mantener su entorno social”, dice.

El potencial de la tecnología para la Silver Economy

Durante la jornada, Benigno Lacort, consejero delegado de Atenzia, reflexionó sobre la confluencia de dos grandes revoluciones, la demográfica y la digital, en el marco de la sociedad del bienestar. Para Lacort, esta confluencia entre una población que, tras la jubilación, sigue activa, independiente y que aún se considera joven, y la enorme capacidad de desarrollo de las nuevas tecnologías, pone de manifiesto el gran potencial de crecimiento de la industria del envejecimiento y de la Silver Economy

Roberto Valdés, CEO de Cuideo, ha destacado la importancia de la combinación de la tecnología y los servicios para mejorar la calidad de vida de las personas dependientes y su entorno: “Digitalizamos el sector de los cuidados a domicilio con un modelo que hemos creado, que gracias a la aplicación de la tecnología en los procesos, da un servicio rápido y eficiente, teniendo en cuenta las necesidades sanitarias y sociales de las personas”.

Para remarcar el potencial de la tecnología en el marco de la Silver Economy, Miguel Arturo Usabel, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid y  consejero delegado de Anubis, ha concluido: “Toda la sociedad coincide en pensar que ahora es el momento propicio para acometer una revolución industrial, llamada transición tecnológica en las empresas. Sin duda, la explotación del dato y la modelización predictiva ocupan un papel muy relevante en ese tránsito. En Anubis desarrollamos soluciones basadas en el análisis de datos para el mundo de los servicios, optimizando la asignación de recursos y la toma de decisiones eficientes en base a este creciente aumento de la longevidad”.

El riesgo de ahondar la brecha digital

Según Antonio Eroles, de Cellnex, la tecnología y el Internet de las Cosas debe proporcionar servicios inteligentes que aporten un beneficio tangible a toda la ciudadanía. Y ha alertado: “La creciente digitalización de la sociedad puede acelerar la denominada brecha digital con los colectivos más vulnerables. Debemos garantizar el acceso a la tecnología, y la calidad de conectividad, de forma democrática. Creemos que garantizar una conectividad o unas infraestructuras de conectividad de calidad contribuye a la reducción de esa mencionada brecha digital”.

Las zonas rurales tienen un problema adicional, que es el tema de las infraestructuras y el acceso a las comunicaciones, que es crítico para disponer de todo este tipo de servicios” añade Eroles.

En Cellnex “hemos aplicado tecnología para transformar viviendas sociales en hogares conectados y que, a través de la generación de alertas, permiten una atención domiciliaria rápida y proactiva”.

España tiene el potencial de liderar la economía sénior

“España puede ser líder en este mercado”, aseguró Benigno Lacort. “Tenemos la materia prima, tenemos una población muy longeva, tenemos ese concepto de proximidad familiar, tenemos la tecnología”. El consejero delegado de Atenzia insiste en que digitalizar no es cambiar un teléfono analógico por otro digital, sino añadir mil sensores nuevos y crear nuevos productos y servicios con esa tecnología. “Tenemos confianza en Plan Europeo de Reconstrucción. Yo animo a la Administración pública a fijarse en este sector por el alto retorno de la inversión que va a tener”, concluyó.

Noticia original publicada el 13 de junio de 2021 en 65ymás.com

La esperanza de vida es cada vez mayor en nuestro país. Las pensiones, exiguas, no son suficientes para costear los elevados gastos de la asistencia cuando llega la dependencia. Los ahorros no son demasiados, al menos en el banco, porque el 90% de las personas mayores cuentan con una vivienda en propiedad. Por el momento y hasta que se extiendan más por todo el territorio español, soluciones como la hipoteca inversa o la vivienda inversa están pensadas para aquellos mayores que cuentan con un patrimonio inmobiliario elevado. Y es en ese contexto en el la startup Pensium ha diseñado una solución para que aún no existe ni siquiera un término exacto.

“Se trata de una fórmula que aún no tiene nombre. Es una especie de anticipo de alquiler o permuta de alquiler, en la que la empresa cubre el coste de la residencia, a cambio de la explotación del alquiler de su vivienda, pero en ningún caso hay una transferencia de propiedad” ha explicado Pedro Serrano, profesor de Economía Financiera de la Universidad Carlos III durante la jornada ‘Monetización del ahorro inmobiliario’ organizado por la Fundación Edad & Vida.

“Las personas con dependencia se enfrentan a una situación en la que ya no pueden vivir en su casa y tienen que ser atendidas. No nos gusta pensar en ello porque la dependencia es algo que queremos evitar, pero estadísticamente nos tocan unos tres años a cada uno. Y ese dato está ahí y le tenemos que hacer frente, aunque no queramos” explica Miguel Perdiguer, CEO y fundador de Pensium, la startup que ha creado esta fórmula. “Nosotros queremos dar solución a los problemas de las personas con dependencia. Y es caro atender la dependencia, es muy caro”.

¿En qué consiste exactamente?

“Nosotros lo que hacemos es anticipar hasta el doble del alquiler de la vivienda del mayor” explica Perdiguer. “Porque con un alquiler no es suficiente. Una persona de 80 o 82 años, dependiente, en muchos casos mujer viuda, con pensiones muy bajas, no tiene suficiente. Pero con dos alquileres y su pensión sí va a poder hacer frente a esos cuidados asistenciales”. Pensium facilita que el mayor dependiente pueda acceder y pagar una residencia, pero el mayor adquiere una deuda. La fórmula para su devolución también es imaginativa y busca dar facilidades a los familiares de la persona mayor.

“Dentro de unos años, cuando la persona fallece, o bien cuando se traslada a una residencia pública, nosotros seguimos alquilando la casa el tiempo necesario para pagar ese dinero anticipado.  Así, la familia no tiene que poner nada, y en un tiempo, recuperará su casa en perfecto estado”

“No existe hipoteca, no existe aval, no hay riesgo de ningún tipo. Porque ya se concibe desde el principio que con los alquileres se paga lo que hemos anticipado” explica Perdiguer. “Es una solución fácil para que el mayor pueda estar cuidado sin poner en riesgo la casa y, sobre todo, para las familias, pues la dependencia supone un problema serio”.

Una solución para la dependencia, no para complementar la pensión

A través de soluciones como la hipoteca inversa, la nuda propiedad, las rentas vitalicias o la vivienda inversa, muchos mayores buscan liquidez en su vivienda para complementar la pensión y, sencillamente, mantener su poder adquisitivo y vivir bien. Ese no es el nicho de mercado de Pensium.

“Nosotros no podemos atender a personas de 65 años ni con un objetivo tan legítimo y razonable como querer complementar la pensión para disfrutar de la vida. Nosotros solamente nos enfrentamos al problema grave, que muchas veces es desconocido, pero que existe, de que, en el peor momento de la vejez, cuando eres más frágil, llega un problema serio y tienes que asumir unos costes de atención sanitaria”.

Monetizar la vivienda, al alcance también de patrimonios más modestos

“Nuestra vocación de impacto social nos hizo pensar en solucionar el problema de todas las personas, no solo de las que tengan un patrimonio alto, sino también de las que tengan un patrimonio relativamente bajo” explica el cofundador de Pensium. “De hecho, esa es la realidad mayoritaria en nuestro país. Pisos de 400.000 euros y más hay bastantes, pero hay muchos más de 200.000, muchos más”.

Perdiguer ha puesto el dedo en la llaga. Ese es uno de los puntos críticos de la mayor parte de soluciónes que existen en el mercado para licuar la vivienda y obtener una liquidez de ella. Están pensados para patrimonios elevados, para buenas viviendas, situadas en las grandes ciudades y en los mejores barrios.

“Nosotros tenemos clientes del barrio de Salamanca de Madrid, que han querido llevar a su madre a una residencia de 4.000 euros, pero tenemos muchos clientes de otras zonas en las que la casa tiene un valor de 200.000 euros, o menos. Y nuestro producto también funciona con alquileres pequeños, de 400 o 500 euros”, explica. “Si multiplicas esa cantidad por dos, más la pensión, ya es suficiente para poder pagar la residencia”.

Noticia original publicada el 13 de junio de 2021 en 65ymás.com

Este miércoles ha tenido lugar la tercera jornada del ‘I Foro de Envejecimiento’ de la Fundación Edad&Vida, centrada en dos aspectos básicos para garantizar altos estándares de bienestar y calidad de vida de las personas mayores: la nutrición y alimentación para un envejecimiento sano y saludable, y las necesidades de cuidados de larga duración de personas en situación de dependencia.

La jornada ha arrancado con una primera ponencia de Edwin Fernández, doctor en nutrición, científico-investigador de la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Universitario La Paz. En su introducción, el doctor Fernández ha explicado que “las personas mayores son un grupo etario con requerimientos nutricionales específicos y padecen enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes o la artrosis, entre otras. Enfermedades que provocan cambios tanto en sus requerimientos nutricionales como en su calidad de vida”.

“La alimentación es clave para hacer frente a estos cambios en el organismo para evitar un rápido deterioro de la salud. Porque la desnutrición derivada de una alimentación inadecuada y de patologías crónicas supone una disminución significativa de la funcionalidad de la persona y un aumento de la dependencia”, ha subrayado Fernández.

Productos nutricionales para garantizar una alimentación saludable

Para conocer qué soluciones específicas en materia nutricional ofrecen diferentes empresas del sector alimentario, Pablo Perlado, director de relaciones institucionales y acceso al mercado de Hartmann, ha liderado una mesa en la que han participado Romina Polo, nutricionista-dietista de Campofrío; Jaume Borràs, director general de BrudyLab; y Guillermina Morenomedical manager de nutrición enteral de Fresenius Kabi España.

Romina Polo ha expuesto las principales características de los productos Healthcare Campofrío“Son alimentos totalmente naturales, que cubren los requerimientos nutricionales de las personas mayores, y que cuentan con una textura modificada para facilitar la ingesta de las personas con problemas de masticación o disfagia. Queremos poder ofrecer toda la cobertura dietética, desde el desayuno hasta la cena, con unas recetas apetecibles y sabrosas, basadas en la dieta mediterránea, y con unos valores nutricionales seguros y controlados”.

Por su lado, Jaume Borràs de BrudyLab, ha explicado las ventajas de la micronutrición: “El proceso de envejecimiento biológico va asociado al estrés oxidativo al que sometemos a nuestro organismo a lo largo de nuestra vida, y que deriva del oxígeno que respiramos desde que nacemos hasta que morimos. La micronutrición nos permite suavizarlo, minimizarlo y hacerlo menos agresivo, favoreciendo y potenciando a su vez los mecanismos reparadores”.

Finalmente, Guillermina Moreno de Fresenius Kabi, ha compartido: “En Fresenius Kabi trabajamos, entre otros, en el campo de la nutrición clínica. Ofrecemos nutrición parental, que se administra por vía intravenosa, y nutrición enteral, que utiliza el tracto gastrointestinal. Aunque siempre intentamos optimizar la nutrición enteral, con soluciones que tienen especialmente en cuenta el sabor de los alimentos, que es una de las grandes demandas de todos nuestros consumidores”.

La ética en los cuidados de larga duración

La segunda sesión, titulada “El futuro de los cuidados de larga duración”, ha contado con una primera ponencia de la especialista en bioética y ética de los cuidados Victoria Camps. En ella, Camps ha hecho hincapié en las implicaciones éticas y morales que deben llevar asociadas todos los cuidados de personas en situación de dependencia y/o vulnerabilidad.

“Los cuidados y la asistencia deben cubrir una serie de necesidades integrales: clínicas, sociales, emocionales, espirituales… y adaptarse a las preferencias y deseos de las personas que los reciben. Debemos poner en la agenda pública el valor del cuidado. En cualquier democracia es la obligación de cualquier gobierno democrático detectar necesidades y repartir responsabilidades. Aún queda mucho campo por recorrer en la profesionalización e institucionalización de los cuidados”.

Siguiendo la línea de la ética de los cuidados se ha celebrado un debate, moderado por Fernando Sánchez, director de comunicación y relaciones institucionales de Mémora, en el que han participado Salomé Martín, directora de desarrollo técnico de Eulen Sociosanitario; Fini Pérez, directora técnico-asistencial de DomusVi; y Rosa Bonachela, directora del área de desarrollo de Macrosad.

Según Salomé Martín de Eulen Sociosanitario: “Debemos reflexionar en profundidad para modificar el modelo de cuidados de larga duración. Debemos evolucionar hacia la integración de la sanidad y los servicios sociales, poner en valor al sector del cuidado y sus profesionales, desarrollar lo servicios domiciliarios, y que los diferentes modelos de centros se adapten a las necesidades y opciones personales distintas de las personas mayores”.

En la línea de la personalización ha intervenido Fini Pérez de DomusVi, destacando que “para cuidar a una persona debemos comprender su historia, su relato de vida, y hallar las claves para conocer sus necesidades actuales. Los cuidados integrales en la población en residencias suponen un reto para las organizaciones: cuidar a una persona debe ir siempre ligado a los principios éticos de dignidad, vulnerabilidad, autonomía e integridad”.

Rosa Bonachela, de Macrosad, ha cerrado el debate poniendo el foco en la visión humanista que debe tener cualquier empresa: “En nuestra organización, la transparencia corporativa y la cultura empresarial humanista son dos de los principios y valores que nos rigen como organización. Creemos firmemente que la ética para un envejecimiento digno y positivo debería prevalecer en todas las compañías y organizaciones del sector, garantizando un envejecimiento con óptimos niveles de bienestar y calidad de vida”.

Próximas sesiones del Foro de Envejecimiento

En el marco del “I Foro de Envejecimiento”, la cuarta y última jornada tendrá lugar el próximo jueves17 de junio, con una primera sesión, de 10h a 11:30h, sobre Envejecimiento saludable, y una segunda, de 17h a 18:30h, titulada Autocuidado, atención domiciliaria y ambulatoria.

El “I Foro de Envejecimiento” es gratuito, previa inscripción a cada una de las diferentes sesiones, en el siguiente enlace: CALENDARIO E INSCRIPCIONES

Noticia original publicada el 10 de junio de 2021 en Adherencia & Cronicidad & Pacientes.

La Fundación Edad&Vida organizó, el pasado miércoles, la tercera jornada del “I Foro de Envejecimiento”  centrada en dos aspectos básicos para garantizar altos estándares de bienestar y calidad de vida de las personas mayores: la nutrición y alimentación para un envejecimiento sano y saludable, y las necesidades de cuidados de larga duración de personas en situación de dependencia.

La jornada arrancó con una primera ponencia de Edwin Fernández, doctor en nutrición y científico-investigador de la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Universitario La Paz. En su introducción, explicó que “las personas mayores son un grupo etario con requerimientos nutricionales específicos y padecen enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes o la artrosis, entre otras. Enfermedades que provocan cambios tanto en sus requerimientos nutricionales como en su calidad de vida”.

“La alimentación es clave para hacer frente a estos cambios en el organismo para evitar un rápido deterioro de la salud. Porque la desnutrición derivada de una alimentación inadecuada y de patologías crónicas supone una disminución significativa de la funcionalidad de la persona y un aumento de la dependencia”, subrayó Fernández.

A continuación, responsables de diferentes empresas del sector alimentario expusieron soluciones específicas en materia nutricional: Romina Polo, nutricionista-dietista de Campofrío; Jaume Borràs, director general de BrudyLab; y Guillermina Moreno, medical manager de nutrición enteral de Fresenius Kabi España.

Cuidados de larga duración

La segunda sesión, titulada “El futuro de los cuidados de larga duración”, contó con la ponencia de la especialista en bioética y ética de los cuidados Victoria Camps. “Los cuidados y la asistencia deben cubrir una serie de necesidades integrales: clínicas, sociales, emocionales, espirituales… y adaptarse a las preferencias y deseos de las personas que los reciben. Debemos poner en la agenda pública el valor del cuidado”, expuso.

En este sentido, se celebró un debate moderado por Fernando Sánchez, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Mémora, en el que participaron Salomé Martín, directora de desarrollo técnico de Eulen Sociosanitario; Fini Pérez, directora técnico-asistencial de DomusVi; y Rosa Bonachela, directora del área de desarrollo de Macrosad.

Según Salomé Martín de Eulen Sociosanitario: “Debemos evolucionar hacia la integración de la sanidad y los servicios sociales, poner en valor al sector del cuidado y sus profesionales, desarrollar los servicios domiciliarios, y que los diferentes modelos de centros se adapten a las necesidades y opciones personales distintas de las personas mayores”.

En la misma línea, Fini Pérez de DomusVi destacó que “para cuidar a una persona debemos comprender su historia, su relato de vida y hallar las claves para conocer sus necesidades actuales. Cuidar a una persona debe ir siempre ligado a los principios éticos de dignidad, vulnerabilidad, autonomía e integridad”.

Asimismo, Rosa Bonachela, de Macrosad, cerró el debate: “En nuestra organización, la transparencia corporativa y la cultura empresarial humanista son dos de los principios y valores que nos rigen como organización. Creemos firmemente que la ética para un envejecimiento digno y positivo debería prevalecer en todas las compañías y organizaciones del sector”.

Próximas sesiones del Foro de Envejecimiento

En el marco del “I Foro de Envejecimiento”, la cuarta y última jornada tendrá lugar el próximo jueves17 de junio, con una primera sesión, de 10h a 11:30h, sobre Envejecimiento saludable, y una segunda, de 17h a 18:30h, titulada Autocuidado, atención domiciliaria y ambulatoria.

Noticia original publicada el 9 de junio de 2021 en Balance Sociosanitario.