La presbiacusia o pérdida de audición asociada a la edad tiene una mayor incidencia a partir de los 65 años y si no se trata correctamente puede provocar aislamiento social en las personas mayores, que tienden a limitar progresivamente las situaciones en las que deben interactuar con otras personas.
La pérdida auditiva aparece de forma progresiva y cuando los demás empiezan a darse cuenta y la persona acepta ese déficit, aparece tristeza y aislamiento. De hecho, en los primeros estadios, las personas tienden a negar el problema y a culpar al interlocutor. Creen que es algo normal, asociado a la edad, y eso hace imprescindible el papel de su entorno para alertar sobre el problema. Pero si la pérdida auditiva no se trata, la situación va empeorando y la persona con el paso de los años deja de oír más cantidad de sonidos en determinadas frecuencias, por lo que va aumentando la dificultad de comprensión y poco a poco van quedando fuera de las conversaciones, por lo que tienden a aislarse. Además, los problemas de audición pueden derivar en problemas cognitivos, ya que la falta de estimulación genera un deterioro prematuro y acelera el proceso de envejecimiento.
Así, detectar a tiempo la aparición de problemas auditivos es clave para evitar el aislamiento y volver a relacionarse socialmente.
Para ello, es importante estar atentos a las señales de alarma frente a la pérdida de audición:
Una vez detectado el problema es importante dar el primer paso para solucionarlo:
Es la otra pandemia del mundo moderno, la soledad no deseada. La que atenaza a las personas mayores, cada vez más incomunicadas, en un mundo cada vez más conectado. Una paradoja abordada en la jornada ‘Tecnología aplicada al envejecimiento’ organizada por la Fundación Edad y Vida en el marco del I foro de Envejecimiento, recientemente celebrada.
“El estar solo a veces se asocia, sobre todo si eres joven, a estar relajado, a estar tranquilo. Pero la soledad no deseada es otra cosa, es sentirse solo, es la sensación de sufrimiento, de inseguridad que padecen las personas mayores” ha dicho Antonio Eroles, business development IoT senior product manager de Cellnex.
En este mundo conectado y tecnológico, sin embargo, “esta soledad no deseada cada vez está apareciendo más. De hecho, durante la pandemia se ha doblado. Y esto se produce en las zonas rurales, pero se produce también en las ciudades”.
“Nos movemos en el sector socio sanitario, pero muchas veces hay que diferenciar los terrenos social y sanitario. En el ámbito sanitario, ayudamos a una persona con movilidad reducida que a la que hay que ayudar con su higiene, o hacer unas curas o hacer rehabilitación” asegura Roberto Valdés, cofundador y consejero delegado de Cuideo. “Pero yo también quiero destacar el aspecto social, y esto lo ha puesto de manifiesto mucho la pandemia. Tenemos usuarios que nos llaman porque tienen soledad, porque sus padres están aislados y necesitan a alguien que les acompañe, que tenga una conversación con ellos, que les prepare una comida saludable”, añade.
“Como profesional del sector socio sanitario creo que la soledad es la enfermedad del siglo XXI”, asegura Roberto Valdés. “Alrededor del concepto de soledad no deseada se van a desarrollar muchos servicios, porque la tecnología y las infraestructuras pueden ayudar muchísimo a resolver” explica Antonio Eroles. “Estoy convencido que es posible resolver este problema vía tecnología y vía soluciones como las que pueden ofrecer empresas, como Cuideo, por ejemplo”.
“La pandemia ha puesto de manifiesto y ha sacado a la luz la importancia de la parte social, y hay que cubrirla con un servicio” coincide Roberto Valdés. “Nosotros como compañía también cubrimos la capa social que pensamos que es muy importante. Al final si una persona se queda en su domicilio para mantener su entorno social”, dice.
Es la otra pandemia del mundo moderno, la soledad no deseada. La que atenaza a las personas mayores, cada vez más incomunicadas, en un mundo cada vez más conectado. Una paradoja abordada en la jornada ‘Tecnología aplicada al envejecimiento’ organizada por la Fundación Edad y Vida en el marco del I foro de Envejecimiento, recientemente celebrada.
“El estar solo a veces se asocia, sobre todo si eres joven, a estar relajado, a estar tranquilo. Pero la soledad no deseada es otra cosa, es sentirse solo, es la sensación de sufrimiento, de inseguridad que padecen las personas mayores” ha dicho Antonio Eroles, business development IoT senior product manager de Cellnex.
En este mundo conectado y tecnológico, sin embargo, “esta soledad no deseada cada vez está apareciendo más. De hecho, durante la pandemia se ha doblado. Y esto se produce en las zonas rurales, pero se produce también en las ciudades”.
“Nos movemos en el sector socio sanitario, pero muchas veces hay que diferenciar los terrenos social y sanitario. En el ámbito sanitario, ayudamos a una persona con movilidad reducida que a la que hay que ayudar con su higiene, o hacer unas curas o hacer rehabilitación” asegura Roberto Valdés, cofundador y consejero delegado de Cuideo. “Pero yo también quiero destacar el aspecto social, y esto lo ha puesto de manifiesto mucho la pandemia. Tenemos usuarios que nos llaman porque tienen soledad, porque sus padres están aislados y necesitan a alguien que les acompañe, que tenga una conversación con ellos, que les prepare una comida saludable”, añade.
“Como profesional del sector socio sanitario creo que la soledad es la enfermedad del siglo XXI”, asegura Roberto Valdés. “Alrededor del concepto de soledad no deseada se van a desarrollar muchos servicios, porque la tecnología y las infraestructuras pueden ayudar muchísimo a resolver” explica Antonio Eroles. “Estoy convencido que es posible resolver este problema vía tecnología y vía soluciones como las que pueden ofrecer empresas, como Cuideo, por ejemplo”.
“La pandemia ha puesto de manifiesto y ha sacado a la luz la importancia de la parte social, y hay que cubrirla con un servicio” coincide Roberto Valdés. “Nosotros como compañía también cubrimos la capa social que pensamos que es muy importante. Al final si una persona se queda en su domicilio para mantener su entorno social”, dice.
Durante la jornada, Benigno Lacort, consejero delegado de Atenzia, reflexionó sobre la confluencia de dos grandes revoluciones, la demográfica y la digital, en el marco de la sociedad del bienestar. Para Lacort, esta confluencia entre una población que, tras la jubilación, sigue activa, independiente y que aún se considera joven, y la enorme capacidad de desarrollo de las nuevas tecnologías, pone de manifiesto el gran potencial de crecimiento de la industria del envejecimiento y de la Silver Economy
Roberto Valdés, CEO de Cuideo, ha destacado la importancia de la combinación de la tecnología y los servicios para mejorar la calidad de vida de las personas dependientes y su entorno: “Digitalizamos el sector de los cuidados a domicilio con un modelo que hemos creado, que gracias a la aplicación de la tecnología en los procesos, da un servicio rápido y eficiente, teniendo en cuenta las necesidades sanitarias y sociales de las personas”.
Para remarcar el potencial de la tecnología en el marco de la Silver Economy, Miguel Arturo Usabel, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid y consejero delegado de Anubis, ha concluido: “Toda la sociedad coincide en pensar que ahora es el momento propicio para acometer una revolución industrial, llamada transición tecnológica en las empresas. Sin duda, la explotación del dato y la modelización predictiva ocupan un papel muy relevante en ese tránsito. En Anubis desarrollamos soluciones basadas en el análisis de datos para el mundo de los servicios, optimizando la asignación de recursos y la toma de decisiones eficientes en base a este creciente aumento de la longevidad”.
Según Antonio Eroles, de Cellnex, la tecnología y el Internet de las Cosas debe proporcionar servicios inteligentes que aporten un beneficio tangible a toda la ciudadanía. Y ha alertado: “La creciente digitalización de la sociedad puede acelerar la denominada brecha digital con los colectivos más vulnerables. Debemos garantizar el acceso a la tecnología, y la calidad de conectividad, de forma democrática. Creemos que garantizar una conectividad o unas infraestructuras de conectividad de calidad contribuye a la reducción de esa mencionada brecha digital”.
“Las zonas rurales tienen un problema adicional, que es el tema de las infraestructuras y el acceso a las comunicaciones, que es crítico para disponer de todo este tipo de servicios” añade Eroles.
En Cellnex “hemos aplicado tecnología para transformar viviendas sociales en hogares conectados y que, a través de la generación de alertas, permiten una atención domiciliaria rápida y proactiva”.
“España puede ser líder en este mercado”, aseguró Benigno Lacort. “Tenemos la materia prima, tenemos una población muy longeva, tenemos ese concepto de proximidad familiar, tenemos la tecnología”. El consejero delegado de Atenzia insiste en que digitalizar no es cambiar un teléfono analógico por otro digital, sino añadir mil sensores nuevos y crear nuevos productos y servicios con esa tecnología. “Tenemos confianza en Plan Europeo de Reconstrucción. Yo animo a la Administración pública a fijarse en este sector por el alto retorno de la inversión que va a tener”, concluyó.
Noticia original publicada el 13 de junio de 2021 en 65ymás.com
La esperanza de vida es cada vez mayor en nuestro país. Las pensiones, exiguas, no son suficientes para costear los elevados gastos de la asistencia cuando llega la dependencia. Los ahorros no son demasiados, al menos en el banco, porque el 90% de las personas mayores cuentan con una vivienda en propiedad. Por el momento y hasta que se extiendan más por todo el territorio español, soluciones como la hipoteca inversa o la vivienda inversa están pensadas para aquellos mayores que cuentan con un patrimonio inmobiliario elevado. Y es en ese contexto en el la startup Pensium ha diseñado una solución para que aún no existe ni siquiera un término exacto.
“Se trata de una fórmula que aún no tiene nombre. Es una especie de anticipo de alquiler o permuta de alquiler, en la que la empresa cubre el coste de la residencia, a cambio de la explotación del alquiler de su vivienda, pero en ningún caso hay una transferencia de propiedad” ha explicado Pedro Serrano, profesor de Economía Financiera de la Universidad Carlos III durante la jornada ‘Monetización del ahorro inmobiliario’ organizado por la Fundación Edad & Vida.
“Las personas con dependencia se enfrentan a una situación en la que ya no pueden vivir en su casa y tienen que ser atendidas. No nos gusta pensar en ello porque la dependencia es algo que queremos evitar, pero estadísticamente nos tocan unos tres años a cada uno. Y ese dato está ahí y le tenemos que hacer frente, aunque no queramos” explica Miguel Perdiguer, CEO y fundador de Pensium, la startup que ha creado esta fórmula. “Nosotros queremos dar solución a los problemas de las personas con dependencia. Y es caro atender la dependencia, es muy caro”.
“Nosotros lo que hacemos es anticipar hasta el doble del alquiler de la vivienda del mayor” explica Perdiguer. “Porque con un alquiler no es suficiente. Una persona de 80 o 82 años, dependiente, en muchos casos mujer viuda, con pensiones muy bajas, no tiene suficiente. Pero con dos alquileres y su pensión sí va a poder hacer frente a esos cuidados asistenciales”. Pensium facilita que el mayor dependiente pueda acceder y pagar una residencia, pero el mayor adquiere una deuda. La fórmula para su devolución también es imaginativa y busca dar facilidades a los familiares de la persona mayor.
“Dentro de unos años, cuando la persona fallece, o bien cuando se traslada a una residencia pública, nosotros seguimos alquilando la casa el tiempo necesario para pagar ese dinero anticipado. Así, la familia no tiene que poner nada, y en un tiempo, recuperará su casa en perfecto estado”
“No existe hipoteca, no existe aval, no hay riesgo de ningún tipo. Porque ya se concibe desde el principio que con los alquileres se paga lo que hemos anticipado” explica Perdiguer. “Es una solución fácil para que el mayor pueda estar cuidado sin poner en riesgo la casa y, sobre todo, para las familias, pues la dependencia supone un problema serio”.
A través de soluciones como la hipoteca inversa, la nuda propiedad, las rentas vitalicias o la vivienda inversa, muchos mayores buscan liquidez en su vivienda para complementar la pensión y, sencillamente, mantener su poder adquisitivo y vivir bien. Ese no es el nicho de mercado de Pensium.
“Nosotros no podemos atender a personas de 65 años ni con un objetivo tan legítimo y razonable como querer complementar la pensión para disfrutar de la vida. Nosotros solamente nos enfrentamos al problema grave, que muchas veces es desconocido, pero que existe, de que, en el peor momento de la vejez, cuando eres más frágil, llega un problema serio y tienes que asumir unos costes de atención sanitaria”.
“Nuestra vocación de impacto social nos hizo pensar en solucionar el problema de todas las personas, no solo de las que tengan un patrimonio alto, sino también de las que tengan un patrimonio relativamente bajo” explica el cofundador de Pensium. “De hecho, esa es la realidad mayoritaria en nuestro país. Pisos de 400.000 euros y más hay bastantes, pero hay muchos más de 200.000, muchos más”.
Perdiguer ha puesto el dedo en la llaga. Ese es uno de los puntos críticos de la mayor parte de soluciónes que existen en el mercado para licuar la vivienda y obtener una liquidez de ella. Están pensados para patrimonios elevados, para buenas viviendas, situadas en las grandes ciudades y en los mejores barrios.
“Nosotros tenemos clientes del barrio de Salamanca de Madrid, que han querido llevar a su madre a una residencia de 4.000 euros, pero tenemos muchos clientes de otras zonas en las que la casa tiene un valor de 200.000 euros, o menos. Y nuestro producto también funciona con alquileres pequeños, de 400 o 500 euros”, explica. “Si multiplicas esa cantidad por dos, más la pensión, ya es suficiente para poder pagar la residencia”.
Noticia original publicada el 13 de junio de 2021 en 65ymás.com
Servicios de asistencia y cuidados a domicilio, sillas de ruedas, audífonos, teléfonos con teclas muy grandes o botones de llamada de emergencia. Cuando pensamos en los mayores como consumidores, aún son muchas las personas, y lo que es peor, las empresas, que piensan, exclusivamente, en este tipo de productos y servicios, ligados a la dependencia. Aun no se han dado cuenta de que están ante un ingente grupo de población, que goza de buena salud, con poder adquisitivo y con necesidades específicas.
“No hemos internalizado la necesidad de crear bienes y servicios para los mayores de 60 años. No hay una oferta para este grupo de población, y si la hay está vinculada a lo asistencial y no a esta nueva cohorte de edad que viven con salud, que trabaja y que tiene unas necesidades insatisfechas” ha dicho Iñaki Ortega, doctor en economía, profesor de la UNIR y Consejero asesor en Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre durante la jornada Repercusiones del envejecimiento en la Economía Española, organizada por Fundación Edad y Vida en el marco del I Foro de Envejecimiento.
“Es una población amplia, estamos hablando de más de 15 millones de personas, con capacidad de gasto (la mitad del gasto en consumo viene de los mayores de 50 años), con patrimonio (la mitad del patrimonio en España lo tienen los mayores de 50 años), y con necesidades insatisfechas en muchos ámbitos, no pensemos solo en la salud”.
Hablamos de todos los ámbitos de la economía. La generación silver demanda oferta de ocio específica, tiene necesidades específicas en materia de vivienda, porque es una generación que quiere vivir en su casa o que, más adelante, tal vez se plantee soluciones habitacionales como el cohousing o el coliving. Quiere moda adaptada a sus gustos y fisonomía, sin tener que embutirse en tallas para jóvenes, y sin tener que renunciar al estilo; demandarán servicios de envejecimiento activo, cuidados preventivos para vivir mejor y productos y servicios antiaging. En el ámbito de las finanzas también demandan productos adaptados, y querrán una oferta más amplia con la que hacer líquido su patrimonio inmobiliario.
Este grupo de población parece invisible para las empresas. Un buen ejemplo de esa invisibilidad lo tenemos en el mundo de la publicidad, explica Iñaki Ortega. “Aún nos encontramos, en la publicidad, que es muy raro ver a alguien de más de 60 años, y cuando sale, lo hace con una imagen también muy ligada la dependencia”, con muchos prejuicios.
Una invisibilidad que va a desaparecer muy pronto “porque cada vez hay un mayor empoderamiento de los mayores, consientes del poder de su voz y su voto”, dice Ortega. “Su participación electoral va a ser mayor, sencillamente porque cada vez son más numerosos” confirma Óscar Arce, Director General de Economía y Estadística del Banco de España.
Definida como la actividad económica que satisface las necesidades de los mayores de 50 años, la Silver Economy o economía plateada ofrece innumerables oportunidades que, según Iñaki Ortega “están basadas en una necesidad insatifecha”.
La Unión europea ha tasado el volumen de la silver economy. Esta economía de los mayorese representa el 25% del PIB de europa y aporta el 30% de los empleos. Es decir, “uno de cada cuatro euros europeos provienen de la economía plateada, que a su vez aporta uno tercio del trabajo en Europa. Las oportunidades no son futuras, es ya el presente”, dice, rotundo, Iñaki Ortega.
De hecho, si habláramos de la Silver Economy como si fuera un país, en breve se convertirá en la tercera economía del mundo, solo por detrás de China y de Estados Unidos.
“Parece que la demografía está conspirando contra nosotros, pero no es así. Estamos en la mejor situación demográfica en la historia de la humanidad” ha dicho Julio Pérez, demógrafo y Científico Titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
“Si solo nos fijamos en el cambio de estructura de la pirámide de población es normal que nos despierte el miedo” asegura el demógrafo, quien, insiste en que este fenómeno no es realmente tan negativo. “Puede que haya menos gente contribuyendo al sistema, pero también hay que tener en cuenta que en la actualidad han mejorado las capacidades de la población durante toda su vida y las personas mejoran sus contribuciones al sistema”.
“La longevidad es un dividendo demográfico, como lo fue en su día la inmigración o la incorporación de la mujer al mercado laboral. Un regalo para la economía y para la sociedad” concluye Iñaki Ortega.
Noticia original publicada el 11 de junio de 2021 en 65ymás.com
Este miércoles ha tenido lugar la tercera jornada del ‘I Foro de Envejecimiento’ de la Fundación Edad&Vida, centrada en dos aspectos básicos para garantizar altos estándares de bienestar y calidad de vida de las personas mayores: la nutrición y alimentación para un envejecimiento sano y saludable, y las necesidades de cuidados de larga duración de personas en situación de dependencia.
La jornada ha arrancado con una primera ponencia de Edwin Fernández, doctor en nutrición, científico-investigador de la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Universitario La Paz. En su introducción, el doctor Fernández ha explicado que “las personas mayores son un grupo etario con requerimientos nutricionales específicos y padecen enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes o la artrosis, entre otras. Enfermedades que provocan cambios tanto en sus requerimientos nutricionales como en su calidad de vida”.
“La alimentación es clave para hacer frente a estos cambios en el organismo para evitar un rápido deterioro de la salud. Porque la desnutrición derivada de una alimentación inadecuada y de patologías crónicas supone una disminución significativa de la funcionalidad de la persona y un aumento de la dependencia”, ha subrayado Fernández.
Productos nutricionales para garantizar una alimentación saludable
Para conocer qué soluciones específicas en materia nutricional ofrecen diferentes empresas del sector alimentario, Pablo Perlado, director de relaciones institucionales y acceso al mercado de Hartmann, ha liderado una mesa en la que han participado Romina Polo, nutricionista-dietista de Campofrío; Jaume Borràs, director general de BrudyLab; y Guillermina Moreno, medical manager de nutrición enteral de Fresenius Kabi España.
Romina Polo ha expuesto las principales características de los productos Healthcare Campofrío: “Son alimentos totalmente naturales, que cubren los requerimientos nutricionales de las personas mayores, y que cuentan con una textura modificada para facilitar la ingesta de las personas con problemas de masticación o disfagia. Queremos poder ofrecer toda la cobertura dietética, desde el desayuno hasta la cena, con unas recetas apetecibles y sabrosas, basadas en la dieta mediterránea, y con unos valores nutricionales seguros y controlados”.
Por su lado, Jaume Borràs de BrudyLab, ha explicado las ventajas de la micronutrición: “El proceso de envejecimiento biológico va asociado al estrés oxidativo al que sometemos a nuestro organismo a lo largo de nuestra vida, y que deriva del oxígeno que respiramos desde que nacemos hasta que morimos. La micronutrición nos permite suavizarlo, minimizarlo y hacerlo menos agresivo, favoreciendo y potenciando a su vez los mecanismos reparadores”.
Finalmente, Guillermina Moreno de Fresenius Kabi, ha compartido: “En Fresenius Kabi trabajamos, entre otros, en el campo de la nutrición clínica. Ofrecemos nutrición parental, que se administra por vía intravenosa, y nutrición enteral, que utiliza el tracto gastrointestinal. Aunque siempre intentamos optimizar la nutrición enteral, con soluciones que tienen especialmente en cuenta el sabor de los alimentos, que es una de las grandes demandas de todos nuestros consumidores”.
La ética en los cuidados de larga duración
La segunda sesión, titulada “El futuro de los cuidados de larga duración”, ha contado con una primera ponencia de la especialista en bioética y ética de los cuidados Victoria Camps. En ella, Camps ha hecho hincapié en las implicaciones éticas y morales que deben llevar asociadas todos los cuidados de personas en situación de dependencia y/o vulnerabilidad.
“Los cuidados y la asistencia deben cubrir una serie de necesidades integrales: clínicas, sociales, emocionales, espirituales… y adaptarse a las preferencias y deseos de las personas que los reciben. Debemos poner en la agenda pública el valor del cuidado. En cualquier democracia es la obligación de cualquier gobierno democrático detectar necesidades y repartir responsabilidades. Aún queda mucho campo por recorrer en la profesionalización e institucionalización de los cuidados”.
Siguiendo la línea de la ética de los cuidados se ha celebrado un debate, moderado por Fernando Sánchez, director de comunicación y relaciones institucionales de Mémora, en el que han participado Salomé Martín, directora de desarrollo técnico de Eulen Sociosanitario; Fini Pérez, directora técnico-asistencial de DomusVi; y Rosa Bonachela, directora del área de desarrollo de Macrosad.
Según Salomé Martín de Eulen Sociosanitario: “Debemos reflexionar en profundidad para modificar el modelo de cuidados de larga duración. Debemos evolucionar hacia la integración de la sanidad y los servicios sociales, poner en valor al sector del cuidado y sus profesionales, desarrollar lo servicios domiciliarios, y que los diferentes modelos de centros se adapten a las necesidades y opciones personales distintas de las personas mayores”.
En la línea de la personalización ha intervenido Fini Pérez de DomusVi, destacando que “para cuidar a una persona debemos comprender su historia, su relato de vida, y hallar las claves para conocer sus necesidades actuales. Los cuidados integrales en la población en residencias suponen un reto para las organizaciones: cuidar a una persona debe ir siempre ligado a los principios éticos de dignidad, vulnerabilidad, autonomía e integridad”.
Rosa Bonachela, de Macrosad, ha cerrado el debate poniendo el foco en la visión humanista que debe tener cualquier empresa: “En nuestra organización, la transparencia corporativa y la cultura empresarial humanista son dos de los principios y valores que nos rigen como organización. Creemos firmemente que la ética para un envejecimiento digno y positivo debería prevalecer en todas las compañías y organizaciones del sector, garantizando un envejecimiento con óptimos niveles de bienestar y calidad de vida”.
Próximas sesiones del Foro de Envejecimiento
En el marco del “I Foro de Envejecimiento”, la cuarta y última jornada tendrá lugar el próximo jueves, 17 de junio, con una primera sesión, de 10h a 11:30h, sobre “Envejecimiento saludable”, y una segunda, de 17h a 18:30h, titulada “Autocuidado, atención domiciliaria y ambulatoria”.
El “I Foro de Envejecimiento” es gratuito, previa inscripción a cada una de las diferentes sesiones, en el siguiente enlace: CALENDARIO E INSCRIPCIONES
Noticia original publicada el 10 de junio de 2021 en Adherencia & Cronicidad & Pacientes.
Prescindir del talento sénior y reemplazar a los trabajadores mayores por jóvenes, más baratos en términos de costes laborales ha sido una realidad en la empresa española hasta ahora. La menor productividad de las personas mayores se ha repetido como un mantra para justificar que se trata de una cuestión económica. Y de edadismo.
Sin embargo, cuando han venido mal dadas, y la empresa se ha tenido que enfrentar a un desafío desconocido hasta el momento, la experiencia se ha revelado valiosa. Durante unas recientes jornadas organizadas por la Fundación Edad y Vida, Oscar Arce, director general de economía y estadística del Banco de España asegura que “conforme envejecemos solemos perder habilidades relativas al esfuerzo físico, por motivos bastante obvios, pero en otras competencias se gana, por ejemplo, en capacidad de planificación”. La explosión de la pandemia, que obligó a las empresas a mandar a todos sus trabajadores a casa, a establecer precipitados protocolos de actuación exigió de un esfuerzo adicional de todos. Y esas capacidades, como la planificación o la toma de decisiones en situaciones complejas han sido claves.
Pese a la crisis derivada de la pandemia, la tasa de paro para las personas de 60 y más años de edad se redujo en 2020, quedando en 11,4%, el dato más bajo desde 2010. En cambio, para todos los menores de esa edad, la proporción de parados se incrementó. Además, el menor incremento del paro se produjo en los trabajadores de entre 40 y 59 años.
En concreto, la tasa de paro para las personas de 65 o más años bajó un 0,2%, mientras que para las personas de 40 a 59 años subió un 0,3%, hasta el 12,3% de la población activa. La subida de la tasa de paro fue mayor cuanto más baja la edad. Así, para las personas de entre 16 y 24 años, la tasa de paro aumentó 5,7 puntos porcentuales, hasta 38,3%. Y para las personas de 25 a 39 años subió un 3,1% hasta el 17,5 por ciento.
Son datos de la segunda edición del Anuario del Mercado de Trabajo elaborado por el centro de estudios y divulgación del Grupo Adecco, que hace un repaso a los hitos más destacados de 2020 en materia de empleo, economía, salarios, educación y formación para el empleo, negociación colectiva y conflictividad laboral y prevención de riesgos laborales.
Poco a poco, vamos viendo gestos de apoyo al talento sénior entre las grandes empresas. Hasta ahora, los EREs y planes de reestructuración se cebaban con los trabajadores más mayores. Algo que, aunque muy lentamente, va cambiando.
El pasado mes de abril conocíamos que El Corte Inglés excluía a los mayores de 50 años de su plan voluntario de bajas, con el que prevé reducir 3.000 empleos. La compañía explicaba que no se trata de “un plan de rejuvenecimiento, ni de desvinculación, sino de un proceso de reducción de plantilla y reorganización de la empresa”
Por su parte CaixaBank, que ha había establecido en el 50% el límite de empleados mayores que podrán extinguir su contrato en el marco de su plan de reestructuración, para preservar el equilibrio generacional y evitar que las salidas se concentrasen en el mismo tramo de edad, ha decido elevarlo hasta el 60% en el marco de la negociación que mantiene con los sindicatos.
Tras la pérdida de más de 100.000 empresas durante la pandemia de la COVID-19, España cerró el pasado año con 2,8 millones de empresas, el menor número en 15 años, de acuerdo con los datos del informe.
Adecco calcula que por cada empresa que desapareció en 2020, se perdieron casi 10 puestos de trabajo asalariado en el sector privado, según el anuario del mercado de trabajo publicado este lunes por la consultora de recursos humanos.
Sin embargo, el número de autónomos sin empleados a cargo creció un 2,9%, debido tanto a asalariados que al perder su trabajo se decantaron por el autoempleo, como a los autónomos que despidieron a sus trabajadores.
La hostelería fue el sector en el que más empleo se perdió con uno de cada seis puestos de trabajo destruido, mientras que, en las ramas de salud y educación, y en las Administraciones Públicas no se perdió ningún ocupado en 2020.
Noticia original publicada el 10 de junio de 2021 en 65ymás.com
El 29 de mayo arrancó el “I Foro de Envejecimiento”, una serie de jornadas virtuales organizadas por la Fundación Edad&Vida, en las que se contextualizará la dimensión global del cambio demográfico y se debaten las soluciones, productos y servicios que ofrece el tejido empresarial para dar respuesta al aumento de la esperanza de vida, y el reto que representa el envejecimiento de la población.
La sesión inaugural, titulada “Repercusiones del envejecimiento en la economía española”, contó con la participación de Óscar Arce, director general de Economía y Estadística del Banco de España; Julio Pérez, demógrafo del CSIC; e Iñaki Ortega, profesor de la UNIR, miembro del consejo asesor del centro de investigación “Ageingnomics” de la Fundación MAPFRE y autor del libro “La Revolución de las Canas”.
La primera ponencia corrió a cargo de Julio Pérez, quien contextualizó la actual situación demográfica, aportando una mirada académica y realista al envejecimiento de la población. “Se habla del cambio en la pirámide poblacional como un problema, cuando en realidad nos hallamos en la mejor situación demográfica de la historia de la humanidad, con la capacidad de superar grandes adversidades como la misma pandemia de la Covid-19. Un cambio que no solo se da en los países de nuestro entorno sino a nivel mundial”, señaló el demógrafo del CSIC.
En su opinión, “el envejecimiento de la población se debe a un cambio en el sistema reproductivo: antiguamente se tenían muchos más hijos porque el índice de supervivencia era muy bajo. En la actualidad tenemos pocos hijos, pero con una gran cantidad de años por delante. Un círculo virtuoso que también hace que las personas mejoren notablemente sus capacidades de contribuir, producir e innovar para hallar soluciones a todo tipo de retos”.
Óscar Arce, director general de Economía y Estadística del Banco de España, abordó el envejecimiento de la población desde una perspectiva macroeconómica, destacando que “el aumento de la esperanza de vida es, sin ninguna duda, una noticia extremadamente positiva. Pero debemos tener en cuenta que España es el país que experimentará el mayor aumento de la tasa de dependencia de Europa: por cada tres personas en edad de trabajar ahora hay una mayor de 65 años, pero en el año 2050 habrá dos”.
Por ello, Arce advertió que “desde el punto de vista social y económico, España tiene un reto de primera magnitud, que afecta de forma directa a cualquier variable económica: afectará al consumo, la inversión, el empleo, la productividad, los precios y salarios, el manejo de políticas monetarias y fiscales… es un reto de grandes dimensiones al que debemos ser capaces de responder”.
Y para hecele frente Arce considera que “la formación en el trabajo adquiere una importancia crucial para mantener la empleabilidad de los trabajadores según envejecen. España debe cerrar la brecha con Europa respecto a la formación continuada de sus trabajadores. Debemos invertir en formación continuada, sobre todo en nuevos desarrollos tecnológicos, para alargar nuestra vida laboral”.
Por su parte, el profesor de la UNIR Iñaki Ortega puso de relieve durante su intervención en el I Foro de Envejecimiento la importancia de la ‘Silver Economy‘ para un país como España, incidiendo en que “la economía plateada es la actividad económica que satisface las necesidades de personas mayores de 50 años. Actualmente representan el 25% del PIB de la Unión Europea, es decir, que uno de cada 4 euros proviene de la economía plateada. Además, representan un tercio de todo el trabajo a nivel europeo. La ‘Silver Economy’ es una oportunidad futura y presente”.
Según Ortega, la economía plateada representa una gran oportunidad, en especial para países como España, “un país con una alta esperanza de vida, turístico, de servicios y emprendedor. ¿Por qué no ser una referencia mundial en economía plateada?”. En este sentido, realizó un llamamiento tanto a empresas como a administraciones públicas, señalando que “En España debemos apostar por convertirnos en un referente mundial en ‘Silver Economy’, porque tenemos la capacidad para lograrlo. Pero por ello debemos ser conscientes del poco sentido que tiene descapitalizar a nuestras empresas del talento sénior, su legado, experiencia y valores acumulados. Quizás tenía sentido con los trabajos físicos, pero hoy no tiene ningún sentido ni ético ni económico”.
Noticia original publicada el 7 de junio de 2021 en Geriatricarea.