La Vivienda Inversa, la solución de liquidez para personas mayores con más ventajas en el largo plazo.

04-11-2022 - Financiación

La creciente necesidad de liquidez entre las personas mayores de 65 años, dada la subida de la inflación, el progresivo incremento del propio segmento poblacional y la mayor esperanza de vida, ha puesto de manifiesto la existencia de las soluciones de licuación patrimonial que permiten a los propietarios de viviendas convertir en liquidez su patrimonio inmobiliario sin tener que abandonar su vivienda.

Según el reciente estudio “Percepción de los Productos de Licuación Patrimonial para la Población Sénior Española” de la Fundación Edad&Vida en el que ha colaborado el Banco de España, y financiado por Inversa Prime, la Socimi gestionada por Almagro Capital Gestión, las soluciones de licuación patrimonial deben considerarse como el cuarto pilar de la prevención social en España, tras la Seguridad social, los planes de Previsión de empresa, y los planes de Previsión Individual.

Las conclusiones del estudio acreditan la validez de la licuación patrimonial como fórmula que se debe añadir a las ya disponibles para generar liquidez entre el segmento de población con edad superior a 65 años.

Dichas conclusiones se han obtenido de los resultados de una encuesta realizada a 1.100 personas “senior” (con edad superior a 55 años) residentes en Madrid y Barcelona, que son propietarios de viviendas, y a 250 hijos de propietarios de viviendas.

El estudio parte de una serie de datos sobre las necesidades y preocupaciones actuales de la población senior española:

  • Más de 2,7 Millones de españoles con edad superior a 65 años (el 30% del total) no están preparados para afrontar con garantías económicas su jubilación.
  • Las personas mayores dedicarían sus recursos económicos extras a mantener el nivel de vida previo a la jubilación, ayudar económicamente a familiares y a contratar ayuda en su domicilio.
  • Más del 80% de las personas mayores de 55 años tienen vivienda en propiedad, lo que representa la principal fuente de ahorro, muy por encima de los planes de pensiones (30,3%)
  • Sin embargo, el 67% de las personas mayores solamente estarían dispuestas a abandonar su vivienda cuando realmente no puedan valerse por si mismas

Consultado el universo de encuestados por su conocimiento de las soluciones de licuación patrimonial, más de dos terceras partes han oído hablar de esta clase de productos, que podrían facilitarles recursos adicionales sin tener que abandonar su vivienda: la Hipoteca Inversa, la Nuda Propiedad y la Vivienda Inversa.

En cualquier caso, el 74% de los encuestados reconoce necesitar un mayor conocimiento de los productos y entender sus niveles de seguridad legal, porque las soluciones que generan seguridad a largo plazo son las que tienen mayor potencial para este segmento.

Finalmente, se concluye que la Hipoteca Inversa es la solución que se adapta mejor a las necesidades económicas coyunturales de las personas mayores, en tanto que la Nuda Propiedad y la Vivienda Inversa se adaptan mejor a las necesidades a largo plazo, por lo que los senior las consideran como soluciones más permanentes.

De ambas soluciones, la Vivienda Inversa es considerada como la que se adapta mejor a las necesidades actuales de las personas mayores, según el mencionado estudio.

Las ventajas de la Vivienda Inversa se apoyan en su funcionamiento: el propietario vende su casa y firma un contrato de alquiler vitalicio que lo convierte en inquilino de su propio domicilio sin tener la obligación de residir en el mismo hasta que fallezca.

Para conocer el importe que va a percibir, se realiza un cálculo individualizado de su esperanza de vida y se estima la cantidad a pagar en concepto de renta en dicho período de tiempo concreto.

En el momento de la venta, percibe la cantidad equivalente al valor de su vivienda, menos el total de la cantidad que tendría que pagar como inquilino durante los años que, teóricamente, va a vivir dada su esperanza de vida estimada.

Como el propietario no está obligado a residir en la vivienda, puede abandonarla cuando quiera, percibiendo en dicho momento la cantidad proporcional del importe calculado para el alquiler, en función del tiempo restante de la esperanza de vida estimada que no se ha consumido.

Si su esperanza de vida se prolonga más allá de este período, el propietario podrá seguir residiendo en la vivienda sin abonar cantidad alguna en concepto de renta.

Por último, en caso de fallecimiento del propietario mientras está en vigor el contrato de alquiler vitalicio, sus herederos percibirán el importe equivalente a las rentas abonadas y no consumidas en función de la esperanza de vida estipulada.