Empresas cortas de miras: solo ven a los consumidores sénior como mayores dependientes.

11-06-2021 - Buen trato, Financiación

Servicios de asistencia y cuidados a domicilio, sillas de ruedas, audífonos, teléfonos con teclas muy grandes o botones de llamada de emergencia. Cuando pensamos en los mayores como consumidores, aún son muchas las personas, y lo que es peor, las empresas, que piensan, exclusivamente, en este tipo de productos y servicios, ligados a la dependencia. Aun no se han dado cuenta de que están ante un ingente grupo de población, que goza de buena salud, con poder adquisitivo y con necesidades específicas.

“No hemos internalizado la necesidad de crear bienes y servicios para los mayores de 60 años. No hay una oferta para este grupo de población, y si la hay está vinculada a lo asistencial y no a esta nueva cohorte de edad que viven con salud, que trabaja y que tiene unas necesidades insatisfechas” ha dicho Iñaki Ortega, doctor en economía, profesor de la UNIR y Consejero asesor en Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre durante la jornada Repercusiones del envejecimiento en la Economía Española, organizada por Fundación Edad y Vida en el marco del I Foro de Envejecimiento.

“Es una población amplia, estamos hablando de más de 15 millones de personas, con capacidad de gasto (la mitad del gasto en consumo viene de los mayores de 50 años), con patrimonio (la mitad del patrimonio en España lo tienen los mayores de 50 años), y con necesidades insatisfechas en muchos ámbitos, no pensemos solo en la salud”.

Hablamos de todos los ámbitos de la economía. La generación silver demanda oferta de ocio específica, tiene necesidades específicas en materia de vivienda, porque es una generación que quiere vivir en su casa o que, más adelante, tal vez se plantee soluciones habitacionales como el cohousing o el coliving. Quiere moda adaptada a sus gustos y fisonomía, sin tener que embutirse en tallas para jóvenes, y sin tener que renunciar al estilo; demandarán servicios de envejecimiento activocuidados preventivos para vivir mejor y productos y servicios antiaging. En el ámbito de las finanzas también demandan productos adaptados, y querrán una oferta más amplia con la que hacer líquido su patrimonio inmobiliario.

La invisibilidad de los mayores va a desaparecer

Este grupo de población parece invisible para las empresas. Un buen ejemplo de esa invisibilidad lo tenemos en el mundo de la publicidad, explica Iñaki Ortega. “Aún nos encontramos, en la publicidad, que es muy raro ver a alguien de más de 60 años, y cuando sale, lo hace con una imagen también muy ligada la dependencia”, con muchos prejuicios.

Una invisibilidad que va a desaparecer muy pronto “porque cada vez hay un mayor empoderamiento de los mayores, consientes del poder de su voz y su voto”, dice Ortega. “Su participación electoral va a ser mayor, sencillamente porque cada vez son más numerosos” confirma Óscar Arce, Director General de Economía y Estadística del Banco de España.

El enorme potencial de la Silver Economy o economía plateada

Definida como la actividad económica que satisface las necesidades de los mayores de 50 años, la Silver Economy o economía plateada ofrece innumerables oportunidades que, según Iñaki Ortega “están basadas en una necesidad insatifecha”.

La Unión europea ha tasado el volumen de la silver economy. Esta economía de los mayorese representa el 25% del PIB de europa y aporta el 30% de los empleos. Es decir, “uno de cada cuatro euros europeos provienen de la economía plateada, que a su vez aporta uno tercio del trabajo en Europa. Las oportunidades no son futuras, es ya el presente”, dice, rotundo, Iñaki Ortega.

De hecho, si habláramos de la Silver Economy como si fuera un país, en breve se convertirá en la tercera economía del mundo, solo por detrás de China y de Estados Unidos.

El envejecimiento de la población, ¿Tan malo como lo pintan?

“Parece que la demografía está conspirando contra nosotros, pero no es así. Estamos en la mejor situación demográfica en la historia de la humanidad” ha dicho Julio Pérez, demógrafo y Científico Titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

“Si solo nos fijamos en el cambio de estructura de la pirámide de población es normal que nos despierte el miedo” asegura el demógrafo, quien, insiste en que este fenómeno no es realmente tan negativo. “Puede que haya menos gente contribuyendo al sistema, pero también hay que tener en cuenta que en la actualidad han mejorado las capacidades de la población durante toda su vida y las personas mejoran sus contribuciones al sistema”.

“La longevidad es un dividendo demográfico, como lo fue en su día la inmigración o la incorporación de la mujer al mercado laboral. Un regalo para la economía y para la sociedad” concluye Iñaki Ortega.

Noticia original publicada el 11 de junio de 2021 en 65ymás.com