Buen gobierno y transparencia

17-05-2016 - Buen trato, Financiación, Salud

Eduardo Rodríguez Rovira
Presidente de Fundación Edad&Vida

La calidad del sistema sanitario puede ser analizada desde el punto de vista técnico, objetivo o desde el punto de vista subjetivo, la calidad percibida por el cliente/paciente, del que hay que tener en cuenta sus expectativas. El paciente es el eje central de la atención sanitaria, que debe estar correctamente informado, porque solamente con buena información hay verdadera libertad para elegir. Y la información no es un acto de magnánima generosidad de la burocracia, sino una exigencia democrática. La democracia hoy se considera esencialmente ligada al “buen gobierno” y como señala el Banco Mundial, el buen gobierno es esencial para el desarrollo de los países.

Elementos importantes del buen gobierno son la publicidad de acciones, la rendición de cuentas y la transparencia, que en los sistemas de salud son claves para su éxito como dice la Comisión de Buen Gobierno Sanitario del Consejo Europa. Por lo tanto la transparencia no solo es un derecho fundamental del ciudadano, del consumidor y del paciente, sino que es esencial para contribuir a mejorar la calidad del sistema sanitario.

La Comisión de Ministros señala a los Estados miembros, entre otros, los siguientes ejemplos de buenas prácticas en el caso de transparencia: Información pública financiera y sobre presupuestos, incluyendo costes y precios de los servicios públicos; información sobre resultados de los diferentes proveedores de servicios y otros importantes actores; información sobre el desempeño de los proveedores de servicios; derecho de los pacientes al acceso de información individual sobre su propia salud; encuestas de satisfacción; información sobre listas de espera; información sobre reglamentos, políticas, contratos etc.

Otros buenos ejemplos son la existencia de sistemas rigurosos de acreditación y exigentes agencias de evaluación. Toda la información debe de estar disponible públicamente, presentada de una forma clara, fácil de entender y puesta al día regularmente. Con las facilidades existentes hoy en día con la digitalización no hay excusa posible para la falta de transparencia.

Suecia ha sido pionera en hacer transparentes a los profesionales y a los pacientes los resultados de registros sanitarios que permiten conocer nominalmente las mejores prácticas que favorezcan la formación continuada de los profesionales y una elección bien informada por parte de los pacientes. Suecia ha demostrado el gran potencial que tienen los registros sanitarios de una importante población de pacientes con el mismo diagnóstico (los big data) para mejorar eficientemente las intervenciones sanitarias, mejorando la calidad y también reduciendo costos. La posibilidad de hacer benchmarking local, nacional o internacional a nivel de hospitales individuales y averiguar las causas que originan variaciones en el desempeño, permiten seleccionar las mejores prácticas que deben de ser conocidas públicamente y ampliamente diseminadas (Larsson).

En 2014 nueve países europeos producen ya listados con ranking de calidad. El portal oficial del Gobierno de Estados Unidos para Medicare se llama Compare y da información sobre la calidad de la atención en 4000 hospitales. Ya su nombre Compare es revelador y según la Web su información ayuda a tomar decisiones sobre el hospital al cual acudir y al mismo tiempo estimula a estos a mejorar la atención que suministran. Compare existe también para las Nursing Homes, la residencias geriátricas. Hace quince años, desde CEOMA se solicitó un sistema similar en España, pero seguimos en el punto cero.

Muchas polémicas ideológicas se podrían evitar con acciones de transparencia. En las discusiones de la Comunidad valenciana con Ribera Salud, esta institución ha publicado datos de resultados (2015) del Hospital de La Ribera, comparándolos muy favorablemente con el resto de Hospitales de la Comunidad Valenciana. El debate sobre gestión privada/gestión directa podría ser reconducido de una forma positiva simplemente evaluando resultados como los que Alzira publica, que es lo importante en salud, no el sujeto que realiza los actos. Otro ejemplo, el Observatorio de resultados del Servicio madrileño de Madrid señala en que los mejores índices de satisfacción global con la atención recibida corresponden a cuatro hospitales públicos de gestión privada.

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